martes, 13 de marzo de 2012

Últimamente no tengo corazón.

- Vamos ven, te invito a una copa.
+ Prefiero beber gasolina.
- ¿Prefieres destruirte?
+ Si es el intento de matar las mariposas de mi estómago, sí.
- No lo intentes, aunque les prendieras fuego seguirían revoloteando cuando yo esté a medio centímetro de ti.

A veces, todos nosotros deberíamos ser capaces de crear una barrera infranqueable para que cuando alguien nos haga daño, esas palabras no lleguen hasta el fondo de nuestro corazón llevándonos a la autodestrucción. Formamos mil contradicciones, dos mil adicciones y un adicto que se contradice a sí mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario