domingo, 13 de mayo de 2012

Es fácil, deja que te explique.

¿Morirse? ¿Qué es morir? No es nada. ¿Crees que has venido aquí a la vida para estar 16 años e irte? ¿Sin dejar marca? No. Eres una persona que esta aquí, para dejar su huella, su sello. Tanto en otras personas como en la vida misma. Ella no puede contigo, nadie puede. Eres un gigante entre los gigantes de un solo ojo; y un barco imbatible en plena tormenta. No te deprimas, no llores, no te dejes vencer. Pase lo que pase, sonríe, sé fuerte. Puedes hacerlo, llevas toda tu vida ahí, al pie del cañón. Hazlo por ti, por tus amigos, por tus domingo de resaca, hazlo y ni siquiera pienses por qué. Pero sobre todo, quiérete a ti misma.
Y a ti, nada más que decirte; solo gracias, por tener siempre las palabras oportunas para cada momento, saber qué decir y cómo decirlo en todo momento. Gracias por aguantarme y escucharme siempre, sean las once, la una o las dos; estemos a diez metros, a cien o a cuatrocientos kilómetros; siempre. Sin duda, lo mejor que podría tener.

-Y con un suave desliz, hago que se pare el tiempo para las dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario