domingo, 9 de agosto de 2015

Do not read the next sentence.

Yo creo que la parte más dura de mandar a la mierda el hábito es querer mandar a la mierda. A menudo, demasiado a menudo, las cosa empiezan de cero como una parte normal de tu vida y de algún modo cruzan la línea de la obsesión, compulsión, perder el control. Es el colocón que arrastramos, el colocón hace que todo lo demás se apague lentamente. El caso es que la adicción nunca termina bien porque tarde o temprano lo que nos ha tenido drogados deja de hacernos sentir bien y empieza a doler. Pero dicen que no mandas a la mierda el hábito hasta que caes en lo más bajo. ¿Pero sabes cuándo has caído? Porque no importa cuanto daño nos esté haciendo algo, a veces dejarlo marchar nos duele mucho más.


"El mundo hay que fabricárselo uno mismo, hay que crear peldaños que te suban, que te saquen del pozo. Hay que inventar la vida porque acaba siendo verdad".

No hay comentarios:

Publicar un comentario