martes, 18 de agosto de 2015

Sé lo que hicisteis el último verano.

Cada año los veranos duran menos. Cuando miras al horizonte, el día ya se ha ido. Yo recuerdo que antes no era así. El verano de un niño es distinto, es más eterno. Recuerdo inhumanamente largas las horas de la siesta. Todos dormían, no se podía hacer ruido y el tiempo se detenía. En dos horas de siesta de los mayores, un niño puede montar un submarino, desmontarlo y limpiarlo todo antes de que se despierten sus padres. Tú, que te acabas de despertar de la siesta y que pones fotos de atardeceres en Instagram, mira a tus hijos a los ojos y dime la verdad, ¿puedes asegurar que no han montado un submarino mientras dormías? Pues eso.

"Un gran ser humano es aquel capaz de ilusionar a la gente de muchas maneras". El rey de las cosas pequeñas.

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