martes, 18 de agosto de 2015

Guerra contra mi alrededor.

Muchas veces nos acostumbramos tanto a que nos quieran, se nos hace tan fácil, que olvidamos que del otro lado hay alguien que espera también ser querido.

Sin duda miente aquel que afirma no haber nunca evitado demostrar interés escudándose en un triste "es él/ella la que tiene que demostrar". Menos duda aún el hecho de saber que, con ello, no se hace otra cosa más que perder tiempo, un tiempo que se podría haber compartido, un tiempo con el que el orgullo se hace fuerte, con el que el amor poco a poco muere.

Qué más dará quien tire la primera piedra si ambos bandos están necesitados de ellas. Qué más dará quién gane o quién pierda cuando lo que está en juego es una victoria compartida.

Después de todo en este mundo en el que el tiempo no sobra, pensar a veces es prescindible y actuar según tus impulsos, casi necesario.

-¿Te extraña? Tanto maltrataron su sonrisa que hoy hasta los golpes de suerte le duelen.

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