martes, 3 de enero de 2012

Deserve or not deserve.

Ha cambiado el año pero no esta sensación de espuma entre los dedos. Anoche besé mil vasos buscando tu sabor y solo encontraba alcohol, pero estabas por todos mis aquís y me llegaba el eco de tu risa, desmaquillando la ansiedad que llevaba acumulando las ultimas semanas. Brindé con cada una de las cosas que dices y me detuve tanto en las que son mis preferidas como en las que tengo descuidadas. Te vi saltando euforias necesarias, convertir el tic tac en una bomba de vida y no en un simple despertador de obligaciones programadas.
-Y te quise, joder, te quise.
Aunque a mi alrededor la gente dijera lo que dicen cuando no se escuchan y en la tele las canciones fueran tan horteras que ninguna podía hablar de ti. Te oí reír a carcajadas y escuché también el ruidito de los hielos chocando contra el cristal del vaso. Me hice la ocurrente en las conversaciones, para distraer estas ganas de comerte y fui la doble invitada de una fiesta en la que yo estaba y otra en la que faltaba. Creo que me dormí. Creo que soñé con la realidad, con lo que sentía.
-Y te quise, joder, te quise.
Ha comenzado el año como el otro acababa con todo lo que cuesta compararte a una guerra con los dedos llenos de amor y de balas y la confianza de que vamos a ganarla sin matar a nadie.

-Y te quiero, joder, te quiero.

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