lunes, 16 de enero de 2012

Párate enseguida y endereza.

Yo también tengo motivos para colgarme de una escalera y quitar los pies del peldaño. Yo también tengo motivos para encerrarme en mi habitación y ponerme a llorar como una magdalena sin pensar en nada más que en mis problemas. Yo también tengo motivos por los cuales no sonreír, por los cuales poder coger el día menos pensado una maleta, y echarme al mundo a vivir sin rumbo ni sentido. Yo también tengo motivos por los cuales no seguir adelante con mi vida, ni con mis estudios, ni siquiera conmigo misma. Pero en vez de colgarme de esa escalera, en vez de encerrarme en mi habitación a llorar, en vez de no sonreír y de coger una maleta y largarme; me siento en la silla de mi escritorio, sin ir más lejos, y reflexiono; puede que me haya equivocado, que haya tomado decisiones absurdas, que haya cometido el peor error de mi vida y que pueda arrepentirme todos los días de mi existencia. Puede que haya cogido el segundo tren en vez de coger el primero que pasó por mi vida, o puede que haya intentado recordar lo irrecordable o borrar lo imborrable. Lo que sí sé, es que de algo estoy segura; y es que no debemos depender de si un día es gris o es rosa. Que si es gris, coge el rotulador permanente rosa y lo pintas; y si te levantas con el pie izquierdo, no te des por vencido y haz todo lo posible para mantener el peso entre ambos pies y andar al compás. Si te has equivocado, pide perdón. Y si te han decepcionado, piensa que quien no te hace feliz, no te merece. Sólo ten presente, que por cada cosa mala que te ocurra, siempre siempre vendrá algo bueno, y esos pequeños detalles, son los que verdaderamente merecen la pena.

-Me encanta ser yo misma a pesar de lo que digan los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario