sábado, 11 de febrero de 2012

Acércate y verás.

Y quizás sólo busquemos el espacio entre lo brazos de alguien, el calor en la boca de tu vecino, ser el sueño de la chica que se sienta al lado de la venta. Y quizás no se necesite una calculadora para averiguar que nos gusta querer tanto como sentirnos queridos. Hoy, en ese mismo instante dos personas se dicen "hasta nunca", en este segundo, a seis calles otros intercambian sus alientos y ¿por qué no? Dos hombres descubren que su amistad es la oscura tapadera de un amor tan justo y bonito como natural. Si la naturaleza nos dotó de corazón,  habrá que utilizarlo. Si nos dio dos manos será para tocar y recibir.

-La avenida de mis sueños hace esquina con tus labios.

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