La típica frase de abuela precavida, "no hagas lo que no quisieras que te hicieran". La típica mirada desaprobadora, no debiste. No podemos predecir cuándo vas a querer, cuando te vas a dejar querer, ni de dónde te tirarás en tu próximo amor. No tiene por qué ser todo blanco y negro, ¿verdad?. Pero dime: ¿cuántas veces has sido capaz de pararte a pensar más de dos segundos cuando ves a la persona que quieres? Decides alejarte; pero podrías correr detrás de él, podrías mandarle un beso o un dedo corazón ¿por qué no? Pero dime cuántas veces sopesaste lo bueno y lo malo de una situación. Y si lo hiciste ¿mereció tanto la pena perder el tiempo? Lo que sale de nuestro propio corazón es lo que suele estar menos influenciado, lo auténticamente nuestro. "Make, do, feel it".
A veces matas y eres el asesino; otras, las que menos y más dolorosas te arrancarías la piel por estar en la piel del otro.
-Qué paradoja, qué metáfora, que...que... Suspendí lengua, ¿vale?
No hay comentarios:
Publicar un comentario