La Real Academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder; y define improbable como algo inverosímil que no se funda en una razón prudente. Puestos a escoger, a mí me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo, supongo. La improbabilidad duele menos y deja un resquicio a la esperanza, a la épica. Porque lo improbable es por definición probable, lo que es casi seguro que no pase, es que puede pasar. Mientas haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.
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